Si Dios te ha llamado realmente a ser como Jesús, El te atraerá hacia tal vida de crucifixión y humildad, y te exigirá tal obediencia que no podrás seguir a otras personas, ni medirte a ti mismo por otros cristianos.

Y en muchas otras formas parecerá que El les permite a otra gente hacer cosas que a ti no te permite hacer.

Otros cristianos y ministros que parecen ser muy religiosos y útiles, pueden presionarse a si mismos, jalar hilos y tramar ardides, para llevar a cabo sus planes, pero tu no, y si lo intentas te encontraras con tal fracaso y reprensión del Señor para hacer que te arrepientas.

Otros pueden jactarse de si mismos, de su trabajo de sus éxitos, pero el Espíritu Santo a ti no te permite hacer tal cosa y si lo empiezas a hacer, te llevara a una profunda mortificación, que hará que te desprecies a ti mismo y a todas tus buenas obras.

A otros se les permite tener éxito al hacer mucho dinero o que se les sea dejada alguna herencia, pero es probable que Dios te conserve pobre, porque El quiere que tu tengas algo mejor, es decir, una dependencia abandonada en El para que El sea quien supla tus necesidades día a día, de un tesoro oculto.

Tal vez el Señor deje que otros sean grandes pero a ti te mantenga pequeño.

Tal vez El permite que otros hagan una obra por El y reciban el merito de ello, pero a ti te hará trabajar y laborar sin saber cuanto es lo que has hecho.

Y luego para hacer aun mas precioso tu trabajo, El tal vez permita que otros reciban el merito por el trabajo que tu hayas hecho, y así hacer que tu recompensa sea diez veces mayor cuando llegue Jesús.

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Me gusta mucho este escrito, espero te sirva.
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